domingo, 11 de mayo de 2008

"EL PODER DE UN HIJO DE DIOS ESTA EN SU BOCA"

Mat 8:8 —Señor, no merezco que entres bajo mi techo. Pero basta con que digas una sola palabra, y mi siervo quedará sano.

¿Cuál es el lenguaje de los hijos de Dios? Es el lenguaje de pode, por medio de la palabra fe. El mensaje de la Biblia está formado por palabras, por eso le llamamos la palabra de Dios. De igual modo, el mensaje interno de un hijo de Dios es la palabra de fe en su boca. La boca de un hijo es como una puerta y la llave de esa puerta es la palabra. Nosotros tenemos todas las bendiciones dentro, pero solo la palabra con una envoltura de fe puede dejar fluir esas bendiciones.

Todo lo que vemos fue traído de lo invisible a lo visible por la palabra de Dios. En Génesis 1:3 Dios dijo: Sea la luz y la luz fue. El V:5 dice que a la luz llamó día. El V:22 dice y los bendijo Dios con estas palabras. El V:31 dice y vio Dios que todo lo que había hecho era bueno en gran manera, y Hebreos 1:2,3 dice que Dios constituyó al Hijo heredero del universo, quien sustenta todas las cosas con el poder de la palabra. Todo lo creado fue sacado de lo invisible a lo visible por órdenes orales mediante confesiones salidas de la misma boca de Dios. Por ejemplo en Génesis 1:26 Dios dijo: Hagamos al hombre, ¿Por qué tu existe? Porque la palabra produjo esta maravillosa creación. En Génesis 2:19 leemos que todo lo que Adán llamó, ese fue su nombre, aquí vemos que Dios entregó al hombre el poder de la palabra. El hombre recibió de Dios la llave de la palabra. El hombre resume en palabras lo que piensa. El hombre es lo que dice y logra lo que dice, porque hay poder en la palabra de fe que sale de su boca. Todo lo que el hombre ha hablado es lo que ha obrado y ha logrado. Entonces, si Dios nos hizo reyes, es porque la función de un rey es gobernar, es dominar su propio imperio, es sustentar su reino de vida.

Dios nos ha entregado el poder de la palabra, nos ha hecho reyes, pero tú rey de Dios ¿Cómo estás utilizando el poder de la palabra? ¿Eres tú un rey pasivo o un rey activo? Dices que estás reinando en vida, pero ¿Cómo estás reinando? La única forma es por medio del poder de la palabra.
Todo lo que el hombre dice, lo bendice o lo maldice; lo beneficia o lo debilita; lo levanta o lo derriba; lo coloca por cabeza o por cola, y esas posiciones dependen de tus propias confesiones.
La lengua es un instrumento de poder. En Deuteronomio 11:18 Dios le dijo al pueblo de Israel, que pusieran sus palabras en sus corazones, que las ataran como señal en sus manos, y que fueran por frontales en sus ojos. ¿Qué pretendía Dios con Israel? Que fuera un pueblo de la palabra, que ejercitaran el poder de la palabra. En el V:26 les dice: He aquí yo pongo hoy delante de vosotros la bendición y la maldición: la bendición, si oyeren, y la maldición, si no oyeren. Bendecir es decir bien y maldecir es decir mal. Entonces, si la palabra en tu boca es una llave, ¿Hacia qué lado quieres abrir la puerta? Hay un resultado en tu boca de bendición o de maldición. Lucas 6:45 dice "El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca". Observa que tu corazón es la fuente de dos tipos de lenguaje. Tu corazón tiene buen tesoro y mal tesoro. Tiene bendición o tiene maldición. Tiene decir bien o tiene decir mal y ¿Quién es el que saca el bien o el mal de allá adentro? Es tu confesión, es tu boca, son tus palabras, por eso, aquí dice que de la abundancia del corazón habla la boca. Tú boca dice lo que tiene tu corazón. Tú corazón es el almacén. Lo que tú tengas almacenado allí, tarde o temprano saldrá por tu boca y producirá resultados negativos o positivos.

El destino de tu diario vivir nadie lo traza, sino tú mismo. Tú eres el que determina qué clase de día vas a vivir. Entonces, ¿Hacia qué lado quieres abrir la puerta de tu corazón? ¿Hacia la luz o hacia las tinieblas? ¿Hacia la bendición o hacia la maldición? No hay más alternativas, porque siempre habrá un resultado en tu boca. Es una mentira, de que las palabras se las lleva el viento. Las palabras cuando salen por tu boca producen efectos reales y a veces de carácter irremediable.


En Números 13 y 14 diez espías abrieron sus bocas, sacaron de sus corazones un no podemos subir contra aquel pueblo que mora en la tierra prometida, porque es más poderoso que nosotros y hablaron mal, y ¿Cuál fue el resultado de esas bocas hablando? Que toda la congregación aquella noche, gritó, lloró, y se quejaron y hablaron de apedrear a Moisés, a Aarón, a Josué y a Caleb. ¡Te das cuenta! Las palabras no se las lleva el viento. Las palabras salen con aliento, con una intención para producir algo positivo o negativo a favor de alguien o en contra de alguien o de algo. Entonces, enriquece el entorno de tu reino familiar con palabras de bendición. Suelta la palabra de éxito para tu negocio, para tu casa, para tus hijos, para tu matrimonio, etc. Tú que eres hijo de Dios, levanta a la iglesia con palabras ánimo, con palabras y con palabras de prosperidad, con palabras de edificación. Bendice a tus pastores con palabras de apoyo y de amor.

Lo que tú dices, creyendo, así será. Dice Proverbios 10:6 "hay bendiciones sobre la cabeza del justo; pero violencia cubrirá la boca de los impíos". Tú hijo de Dios, pon una bendición sobre la cabeza de tus hijos, de tu pareja, de tu amigo, y sobre tu propia cabeza. Ahora, observa, que lo contrario a bendición es violencia. ¿En dónde comienza la violencia? No comienza en tu casa, comienza en tu boca, porque Salomón dijo que la violencia cubrirá la boca de los impíos. Somos unos violentos con la boca; dañamos con la boca; pervertimos con la boca; y hasta una ciudad es capaz de ser trastornada por nuestra boca. Proverbios 11:11 dice "Por la bendición de los rectos la ciudad será engrandecida; Mas por la boca de los impíos será trastornada". ¿Cuáles son los mayores influyentes en una ciudad? Son los medios de comunicación, por medio de la radio, la prensa y la televisión una ciudad es engrandecida o es trastornada, es bendecida o maldecida, pero ¿Qué debe hacer un hijo de Dios en una ciudad? Debe engrandecerla, Proverbios 16:13 dice que "los labios justos son el contentamiento de los reyes, y éstos aman al que habla lo recto".

Engrandece tu ciudad cualquiera que esta sea, por medio de la palabra. La oración, la alabanza y la predicación se hacen con la palabra. Estas tres cosas engrandecen a una ciudad, pero eres tú hijo de Dios quién debe hacerlo hoy y ahora mismo. Sé un hijo efectivo del reino de Dios.

Gracia y Paz

Pastor Ángel Nieves

1 comentario:

vimarie dijo...

SI ENTENDEMOS EL PODER DE ESTA PALABRA, DESCUBRIREMOS EL PODER QUE PODEMOS TENER...DESCUBRIREMOS QUE TENEMOS LOS GENES DE DIOS ,NUESTRO PADRE, DESCUBRIREMOS QUE NUESTRO PADRE ES CREADOR, POR LO TANTO TENEMOS EL PODER CREATIVO DE DIOS Y ESTE ES LA PALABRA...DESCUBRIREMOS QUE MUCHAS COSAS PUEDEN CAMBIAR A BIEN...ATT. VIMARIE