domingo, 10 de enero de 2021

“VIENDO COSAS QUE ANTES NO VEIA”

Este título me lo dio el Señor, cuando me encontraba exponiendo la palabra en el congreso apostólico de la Ciudad de Puebla, Mexico. El tema de este congreso fue “Alumbrando lo ojos de nuestro entendimiento” y para desarrollarlo deseo comenzar con unos texto que creo son apropiados en este tema. Antes quiero definir el verbo como se usaba en el Viejo Testamento y también como se usaba en el Nuevo Testamento. Viejo Testamento VER, PERCIBIR Verbo raah (האָרָ , H7200) , «ver, observar, percibir, conocer, adquirir conocimientos, examinar, cuidar, escoger, descubrir». Además de estar en todos los períodos del hebreo, el verbo se encuentra solo en moabita. Figura en la Biblia unas 1.300 veces. La acepción básica de raah es la de ver con los propios ojos. Nuevo Testamento En el Nuevo Testamento este verbo se usa en muchas formas, pero escogí la siguiente, porque creo que es la mas cónsona con este tema. jistoreo (ἱστορέω, G2477) , de jistor, erudito en alguna materia; denota visitar con el fin de hacer conocimiento de (Gl 1.18: «para ver a Pedro», VM: «para conocer»). Unos de los propósitos de nuestro Señor en los días de su carne en la tierra fue darle vista a los ciegos (vease Isaias 35:5; 42:7; Salmo 146:8; Mat. 11:5; Lucas 7:22; Lucas 4:18). El era el evangelio de la gracia personificado ya que era el verbo hecho carne (véase Juan 1:1-14). En el evangelio según el Apóstol Juan capitulo 9: 1-11 ocurre un suceso de lo mas interesante. Aquí el Señor se encuentra con un hombre ciego de nacimiento y le da vista combinando un acto natural con uno espiritual. Hace barro con saliva y se la pone en los ojos naturales, pero lo envía al estanque de Siloe que traducido es enviado porque El fue enviado a alumbrar a aquellos que estaban ciego espiritualmente. A través de la palabra de gracia, verdad y reino hoy día nuestros ojos son alumbrados, para ver cosas que antes no veíamos. Cuando conocemos el evangelio de la gracia se abren las escrituras de forma sobrenatural. De inmediato comenzamos a recibir revelación y ver cosas que antes no veíamos. El apóstol Pablo, camino a Damasco tuvo un encuentro con la gracia personificada y es curioso que antes de que sus ojos espirituales fueran abiertos, les fueron cerrados sus ojos naturales. Lugo a través de Ananías, en acto sobrenatural le fueron abiertos los ojos del entendimiento. Desde ese momento Pablo no fue el mismo. Antes perseguía a la iglesia y ahora se convierte en un aliado de ella predicándole a los gentiles el evangelio de la gracia. El mismo dice en Efesios 3:1-12 que el evangelio le fue dado por revelación. En Gálatas 1:15-17, Pablo dice que no consulto con carne ni sangre, sino que fue el propio Dios quien le dio revelación del evangelio. No es que Pablo desconociera las escrituras, sino que no veía cosas que ahora después del encuentro con la gracia le fueron reveladas. De la misma manera nosotros al estar expuesto a este evangelio comenzamos a ver cosas que antes no nos habían sido reveladas. Comenzamos a ver o se nos revelo: 1. Que nuestra salvación es por gracia (un favor inmerecido de parte de Dios por la fe en Jesucristo) y que nada podemos hacer para perderla porque nada hicimos para ganarla.(Efesios 2:8; Romanos 11:6) 2. Que nuestros pecados fueron perdonados(Juan 1:29; Romanos 11:14; Romanos 5:12; Romanos6:6; Romanos6:14; 2 Cor. 5:21; Col. 2:13; Heb. 1:3; Heb. 7:27; Heb. 10:17) 3. Que fuimos elegidos y predestinados por Dios (Juan 13:18, 15:16, 15:18; Romanos 8:29, Efesios 1:5, Efesios 1:11, 1 Cor. 2:7) 4. Que ya somos bendecidos con toda bendición (Romanos 15:29; Gal. 3:14; 1 Pedro 3:9; Efesios 1:3) 5. Que no nacimos bajo el sistema de la ley sino bajo el sistema de la gracia (Romanos 6:14; Romanos 7:4; Romanos 10:4) 6. Que somos libres de la maldición de la ley (Gálatas 3:13) 7. Que por el sacrificio de Cristo nuestro Sumo Sacerdote podemos entrar confiadamente al trono de la gracia (Hebreos 10:22) 8. Que hemos sido justificados, santificados y redimidos mediante la sangre preciosa de Cristo (1 Cor. 1:30; 2 Cor. 3:9; Romanos 5:18) 9. Que somos coherederos de la promesa juntamente con Cristo (Romanos 8:17; Gálatas 4:7) 10. Que estamos sentados en lugares celestiales juntamente con Cristo (Efesios 2:6) 11. Que el diablo fue destruido (Heb. 2:14; Apoc. 20:10) 12. Que ya estamos llenos del Espíritu Santo(Hechos 2:4) Esto es solo una muestra de las cosas que antes no veíamos y por tal razón nos creíamos indignos de ser libres y felices. Pero gracias al conocimiento obtenido a través de este evangelio hoy podemos decir que somos libres y que podemos vivir en completa paz y felicidad en Jesucristo. Hoy podemos ver cosas que antes no veíamos…… Gracia y paz Pastor Ángel Nieves

lunes, 25 de agosto de 2008

Pastores de la Red Unidos Por Fe Int. Miami, Mexico y Puerto Rico

¿Qué es el Evangelio de la Gracia?

El Evangelio de la Gracia son buenas noticias del inmerecido favor eterno de Dios para sus escogidos.

La gracia es la manifestación del amor de Dios, a través de Su Hijo, Jesucristo.

La gracia es una actitud favorable que provoca libertad, placer y delicia a los hijos de Dios.

La gracia de Dios nos libera y preserva en Cristo Jesús.

La gracia tiene su raíz en el amor ágape, incondicional de Dios.

La gracia se escucha, se asimila, se vive, y se manifiesta (o articula).

La gracia es eterna, absoluta y completamente gratis para aquellos a quienes Dios se la revela.

El apóstol Pablo escribió “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios” – Efesios 2:8.

¿Por qué el Evangelio de la Gracia son buenas noticias?

El Evangelio de la Gracia son buenas noticias porque los hijos de Dios en un tiempo estuvimos muertos espiritualmente y esclavos (confinados) en nuestros delitos y pecados (Efesios 2:1).

Nos encontrábamos separados de la vida de Dios (Romanos 5:12); seres ignorantes de Dios (Efesios 5:8); seres insensatos, rebeldes, extraviados, y esclavos de las pasiones desordenadas de la carne (Tito 3:3).

Nuestro estado de muerte nos hacía incapaces de arrepentirnos del pecado por nosotros mismos (Juan 6:44).
Éramos seres incapaces de creer al evangelio y ser salvos de la muerte eterna por nuestras propias fuerzas o méritos (Efesios 2:8).

¿Qué provocó esta condición de caos en nosotros?

Todo comenzó con la desobediencia y caída del primer hombre, Adán, en el huerto del Edén (Génesis 3). Eva, su mujer, fue engañada por una mentira incurriendo en transgresión (I Timoteo 2:13-14) y Adán desobedeció el decreto de Dios comiendo del fruto del árbol de la ciencia del bien y el mal (Génesis 2:9; 3:3, 6-7, 11-13,17, y 22) convirtiéndose ambos en esclavos del pecado (Romanos 6:17).

El efecto de la caída fue que el pecado se extendió a cada parte de la personalidad, pensamientos, emociones y voluntad del hombre. Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombre, por cuanto todos pecaron (Romanos 5:12). Sin el poder del Espíritu de Dios, el hombre natural (muerto espiritualmente) se encuentra ciego y sordo al mensaje del Evangelio (Marcos 4:11-12) y nunca vendrá a reconocer la verdad a no ser que Dios le dé vida a través de Cristo (Efesios 2:1-5).

¿Qué esperanza existió para mí?

Primeramente, Dios nos había escogido desde antes de la fundación del mundo (Efesios 1:4-8) por su placer a fin de traernos al conocimiento de Él mismo (Juan 17:3). Nunca fuimos escogidos por nuestros propios méritos ni por un conocimiento previo de Dios para que lo aceptáramos durante una oferta del evangelio. Sino que Dios nos eligió únicamente por su propia voluntad para vida eterna
(I Corintios 1:26-30; Romanos 9:15, 21). ¡Dios es soberano! Fuimos elegidos y posteriormente salvos para llevar acabo las buenas obras preparadas por Dios (Efesios 2:10). Estas obras son resultado de la gracia de Dios, la cual es manifestada inicialmente a los hijos de Dios durante el proceso de salvación.


¿Cuál fue proceso de salvación?

La Biblia nos enseña que Cristo Jesús murió por los pecados de aquellos que Dios le dio a salvar (Juan 17:9). Cristo no murió por todos (Mateo 26:28). Cristo murió por la Iglesia invisible de todos los tiempos (tiempos pasados, presentes, y futuros). En otras palabras, por la suma total de todos aquellos quienes han sido elegidos, nacido de nuevo espiritualmente y llevan con justicia el nombre de “hijos de Dios” (Efesios 5:25).

La redención de Cristo fue suficiente para todos, pero eficaz o efectiva para los escogidos. Cristo no va perder a ninguno que el Padre le dio (Juan 6:37). Cristo no expió los pecados de todos los hombres, ya que obviamente no todos los hombres son salvos. Cristo, de seguro no perderá a ninguno por los cuales murió.

La muerte de Cristo es suficiente para todas las generaciones, pero eficiente solamente en los elegidos de Dios. Cristo enseña que todos los que Dios ha elegido, vendrán al conocimiento de Él (Juan 6:37). Los hombres vienen a Cristo para salvación cuando el Padre los llama (Juan 6:44), y el mismo Espíritu de Dios guía a sus amados al arrepentimiento (Romanos 8:14).

El saber que el Evangelio de la Gracia penetró nuestros duros y pecaminosos corazones salvándonos a través del llamado interno del Espíritu Santo debe traer consuelo y grande gozo a nuestras vidas (I Pedro 5:10). Otras citas que nos ayudarán: * Isaías 53:10-12 (salvación de muchos no todos) * Ezequiel 34:10-12, 31 (buscará sus ovejas y las reconocerá) * Juan 10:1-4, 14-16, 26-29 (conoce sus ovejas y ellas a él; de dos rediles de ovejas hará uno)

Romanos 8:29-30 (conocidos desde antes; el Hijo de Dios, primogénitos entre muchos, no todos; sólo los predestinados) Hebreos 2:10, 13, 16, 17 (llevó muchos hijos a la gloria, no todos; sólo los dados por Dios; a los descendientes de Abraham; a Su pueblo) * Génesis 12:1-3 (una nación grande, benditas en Abraham todas las familias – clanes, culturas - de la tierra). * I Pedro 2:9-10 (linaje – raza, descendencia – escogido, una nación santa – separada para Dios – un pueblo, no todos, adquirido por Dios)

Juan 1:12-13 (a todos los que creen, no todos creerán; sólo creerán los que fueron engendrados por Dios) * Efesios 1:3-5 (creerán los que fueron escogidos antes de la fundación del mundo; aquellos predestinados para ser adoptados hijos suyo por medio de Jesucristo) * Santiago 1:17-18 (El Padre hizo nacer a sus hijos por la palabra de verdad) * I Pedro 1:2, 23 (elegidos según la presciencia de Dios Padre; renacidos de simiente incorruptible, por la palabra de Dios) * II Tesalonisenses 2:13-15 (escogido desde el principio)

II Timoteo 1:9 (salvos y llamados según su propósito y la gracia; fue antes de los tiempos de los siglos; manifestada ahora por Jesucristo quitando la muerte - ¿Cómo quitó la muerte?) Hebreos 2:14 (destruyendo al que tenía el imperio de la muerte, al diablo). No sólo hemos sido escogidos, sino que hemos sido salvos en Cristo Jesús. No sólo hemos sido salvos, sino que hemos recibido la vida eterna (Juan 17:3). No sólo hemos recibido la vida eterna, sino que hemos sido justificados – absueltos de toda culpa (Romanos 4:25).

No sólo hemos sido justificados, sino que hemos recibido el Espíritu de adopción (Romanos 8:15), esto es, el Espíritu Santo, dado como las primicias de todo lo que tiene que ser de nosotros, produciendo en nosotros la conciencia de la filiación y la actitud que corresponde a hijos (Gálatas 4:5). No sólo hemos sido adoptados como hijos, sino que somos herederos de Dios y coherederos con Cristo (Romanos 8:16-17).

¿Y cómo preservo todo esto? La Palabra de Dios nos enseña que los hijos de Dios (aquellos que Dios ha salvado) permanecen en las manos de Dios, o sea, permanecen con Dios (Romanos 8:28-29). Ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna cosa creada nos podrá separar del amor de Dios que es en Cristo Jesús Señor nuestro (Romanos 8:38-39).

Nuestra salvación fue un don – regalo - de Dios (Efesios 2:8) y los dones son irrevocables (Romanos 11:29). En resumen, los hijos de Dios fuimos elegidos por Dios, el Padre.
Recibimos la redención a través de Jesucristo, el Hijo de Dios y aplicada por el Espíritu de Dios.


PARA CONCLUIR:

El propósito eterno de Dios fue para la alabanza de la gloria de Su gracia (Efesios 1:6, 12, y 14), para la reconciliación de todas las cosas (Efesios 1:9-10; II Corintios 5:20), y para el reflejo y reproducción de la gloria de Su imagen en la tierra (Génesis 1:26-28; Romanos 8:29; II Corintios 3:18). “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.” Juan 10:27-28

“Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios”. Efesios 2:8


GRACIA Y PAZ BENDECIDOS……

domingo, 10 de agosto de 2008

“SEGUNDA VENIDA DE SEÑOR SIN RELACION CON EL PECADO”

Leamos en Juan 20:11-18 (RV1960)

Joh 20:11 Pero María estaba fuera llorando junto al sepulcro; y mientras lloraba, se inclinó para mirar dentro del sepulcro;

Joh 20:12 y vio a dos ángeles con vestiduras blancas, que estaban sentados el uno a la cabecera, y el otro a los pies, donde el cuerpo de Jesús había sido puesto.

Joh 20:13 Y le dijeron: Mujer, ¿por qué lloras? Les dijo: Porque se han llevado a mi Señor, y no sé dónde le han puesto.

Joh 20:14 Cuando había dicho esto, se volvió, y vio a Jesús que estaba allí; mas no sabía que era Jesús.

Joh 20:15 Jesús le dijo: Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas? Ella, pensando que era el hortelano, le dijo: Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto, y yo lo llevaré.

Joh 20:16 Jesús le dijo: !!María! Volviéndose ella, le dijo: !!Raboni! (que quiere decir, Maestro).

Joh 20:17 Jesús le dijo: No me toques, porque aún no he subido a mi Padre; mas ve a mis hermanos, y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios.

Joh 20:18 Fue entonces María Magdalena para dar a los discípulos las nuevas de que había visto al Señor, y que él le había dicho estas cosas.

De esta porción bíblica se pueden desprender dos puntos importantes. Número (1) Que el cuerpo que fue enterrado no fue el mismo que resucito. No fue hasta que Jesús menciono el nombre ¡Maria! que ella le reconoció.
Numero (2) Jesús le dijo a María Magdalena, “!No me Toques¡ porque aun no he subido a mi Padre…” obviamente esto responde a que no había realizado su función de Sumo Sacerdote . En el Viejo Pacto el Sumo Sacerdote no podía estar contaminado con pecado cuando entraba en el lugar santísimo, ya que si lo hacía moría irremediablemente. Si Jesús permitía ser tocado por María Magdalena era obvio que se contaminaba ya que no había entregado la sangre del sacrificio por los pecados de los
escogidos.

Leemos en Juan 20: 19-24 (RV1960)


Joh 20:19 Cuando llegó la noche de aquel mismo día, el primero de la semana, estando las puertas cerradas en el lugar donde los discípulos estaban reunidos por miedo de los judíos, vino Jesús, y puesto en medio, les dijo: Paz a vosotros.

Joh 20:20 Y cuando les hubo dicho esto, les mostró las manos y el costado. Y los discípulos se regocijaron viendo al Señor.

Joh 20:21 Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros. Como me envió el Padre, así también yo os envío.

Joh 20:22 Y habiendo dicho esto, sopló, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo.

Joh 20:23 A quienes remitiereis los pecados, les son remitidos; y a quienes se los retuviereis, les son retenidos.(A)

Joh 20:24 Pero Tomás, uno de los doce, llamado Dídimo, no estaba con ellos cuando Jesús vino.

Aquí podemos notar que también a los demás discípulos solo les mostro sus cicatrices, pero no permitió que lo tocaran. Sin embargo veamos lo que ocurrió cuando ocho días más tarde vuelve a aparecer a los discípulos y esta vez Tomas estaba presente.

Leemos en Juan 20: 25-29 (RV 1960)

Joh 20:25 Le dijeron, pues, los otros discípulos: Al Señor hemos visto. El les dijo: Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré.

Joh 20:26 Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro, y con ellos Tomás. Llegó Jesús, estando las puertas cerradas, y se puso en medio y les dijo: Paz a vosotros.

Joh 20:27 Luego dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente.

Joh 20:28 Entonces Tomás respondió y le dijo: !!Señor mío, y Dios mío!

Joh 20:29 Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron.

Hay dos puntos muy importantes aquí que debemos mirar. Numero (1) Fue ocho días después de la primera aparición a los discípulos que Jesús, se aparece nuevamente a ellos. Obviamente ya había presentado la sangre del sacrificio al Padre, y los pecados habían sido perdonados o quitados. Numero (2) vemos aqui que le permitió a Tomas que le tocara. Como Sumo Sacerdote también se le presento como a unos quinientos discípulos en toda aquella región como evidencia de que el sacrificio habia sido aceptado y que habian sido libertados de la maldicion del pecado.

Leamos en 1 Cor. 15: 3-10 (RV 1960)

1Co 15:3 Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras;(A)

1Co 15:4 y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras;(B)

1Co 15:5 y que apareció a Cefas,(C) y después a los doce.(D)

1Co 15:6 Después apareció a más de quinientos hermanos a la vez, de los cuales muchos viven aún, y otros ya duermen.

1Co 15:7 Después apareció a Jacobo; después a todos los apóstoles;

1Co 15:8 y al último de todos, como a un abortivo, me apareció a mí.(E)

1Co 15:9 Porque yo soy el más pequeño de los apóstoles, que no soy digno de ser llamado apóstol, porque perseguí a la iglesia de Dios.(F)

1Co 15:10 Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo, antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo.

Concluido esta parte les puedo decir que a la venida del Señor a que se refería el Apóstol Pablo, en la 1ra y 2da carta a los Tesalonicenses era obviamente a la venida que ocurrió en el año 70 después de Cristo. Estas cartas fueron escritas para el año 50 después de Cristo. Así que el evento del 70 no había ocurrido aun. Si hacemos una exegesis minuciosa de las cartas de Pablo, vamos a encontrar que él siempre habla de la venida del Señor y nunca menciona que fuera la segunda venida.

Debemos señalar que hay un evento que ocurre en el libro de los hechos que es de lo mas interesante.

Veamos….. (Hechos 1: 6-11 (RV 1960)

Act 1:6 Entonces los que se habían reunido le preguntaron, diciendo: Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo?

Act 1:7 Y les dijo: No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad;

Act 1:8 pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.(D)

Act 1:9 Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una nube que le ocultó de sus ojos.(E)

Act 1:10 Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas,

Act 1:11 los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo.

Esto está de lo mas interesante se fue en una nube Hechos 1:9 y “así vendrá como lo habéis visto ir al cielo” O sea se fue en una nube y regresara en una nube. No solo de acuerdo a las Escrituras, sino que los historiadores lo confirman que la venida del año 70 después de Cristo fue en las nubes. Desde allí dirigió al ejercito romano para que destruyesen la ciudad y el templo. Deben referirse a Josefo, o a cualquiera de los historiadores de la época. Se que si lo hacen podrán ver cosas de lo mas interesante en sus escritos.

Pastor Ángel Nieves

lunes, 9 de junio de 2008

¿Cristo viene o ya vino en el año 70 d.C.?

La generación que vio la Venida (Mateo 24:34) De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca.

En el capítulo anterior vimos como la señal de la higuera dio por sentado “cuando” vendría Jesús para dar juicio a la nación adúltera. A renglón seguido (v.33) luego de darles la señal de la higuera les dice a ellos:”Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas”. La aseveración clave de este capítulo de Mateo es el v.34, en el cual Jesús afirma que todas esas cosas que Él ha mencionado en el capítulo, pasarían en “aquella generación” y eso incluye por supuesto su Segunda Venida.

“Generación vs. Raza”

Muchos que se niegan a aceptar la promesa de Jesús para sus discípulos, se justifican en decir que Jesús no quiso decir “generación” sino “raza”. De esta manera pueden seguir sosteniendo sus argumentos dispensacionalistas acerca de los dos programas de Dios uno para Israel y otro para la Iglesia; de que “no pasará esta raza hasta que todo esto acontezca”. Específicamente dicen: “que Dios ha mantenido la raza judía hasta este tiempo para que vean todo lo que Jesús profetizó para ellos”, no para la iglesia. La palabra griega usada para generación es «genea» (Strong’s 1074), estos son algunos versos en que es usado el vocablo griego «genea» para indicar generación y no raza:

Mateo 11:16-17 Mas ¿a qué compararé esta generación? Es semejante a los muchachos que se sientan en las plazas, y dan voces a sus compañeros, 17diciendo: Os tocamos flauta, y no bailasteis; os endechamos, y no lamentasteis


Mateo 12:39 El respondió y les dijo: La generación mala y adúltera demanda señal; pero señal no le será dada, sino la señal del profeta Jonás.

Mateo 17:17 Respondiendo Jesús, dijo: ¡Oh generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros? ¿Hasta cuándo os he de soportar? Traédmelo acá.

Mateo 23:35-36 para que venga sobre vosotros toda la sangre justa que se ha derramado sobre la tierra, desde la sangre de Abel el justo hasta la sangre de Zacarías hijo de Berequías, a quien matasteis entre el templo y el altar. 36De cierto os digo que todo esto vendrá sobre esta generación.

Marcos 8:38 Porque el que se avergonzare de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, el Hijo del Hombre se avergonzará también de él, cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles.

Lucas 17:24-25 Porque como el relámpago que al fulgurar resplandece desde un extremo del cielo hasta el otro, así también será el Hijo del Hombre en su día. 25Pero primero es necesario que padezca mucho, y sea desechado por esta generación

Hechos 2:40 Y con otras muchas palabras testificaba y los exhortaba, diciendo: —Sed salvos de ESTA PERVERSA GENERACION.

Hechos 8:33 En su humillación no se le hizo justicia; Mas su generación, ¿quién la contará? Porque fue quitada de la tierra su vida.

Filipenses 2:15 para que seáis irreprochables y sencillos, hijos de Dios sin mancha EN MEDIO DE UNA GENERACION MALIGNA Y PERVERSA, EN MEDIO DE LA CUAL RESPLANDECEIS como lumbreras en el mundo,
Hebreos 3:9-10 Donde me tentaron vuestros padres; me probaron, Y vieron mis obras cuarenta años. 10A causa de lo cual me disgusté contra esa generación, Y dije: Siempre andan vagando en su corazón, Y no han conocido mis caminos.

Deut. 32:5-6 »La corrupción no es suya; de sus hijos es la mancha, generación torcida y perversa. 6¿Así pagáis a Jehová, pueblo loco e ignorante? ¿No es él tu padre, que te creó? Él te hizo y te estableció.

Del griego la palabra usada para raza es «genos» (Strong’s 1085) usada múltiples veces para decir linaje (Hch. 4:6; 7:13, 19; 13:16; 17:28-29; Fil. 3:5; 1 Ped. 2:9; Ap. 22:16) y nación (Mr. 7:26; 2Co. 11:26; Gál. 1:14).
Así que suponiendo la teoría en cuanto a que la “raza” judía sería mantenida intacta miles de años después, la misma se cae tomando en consideración que la palabra usada en Mateo 24:34; Marcos 13:30 y Lucas 21:32, es “genea-raza” y no “genos-linaje, nación”. El juicio vendría de manera inminente para aquella malvada generación, y el primero en anunciarlo fue Juan el Bautista:

Mateo 3:7 Al ver él que muchos de los fariseos y de los saduceos venían a su bautismo, les decía: ¡Generación de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera? 8Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento, 9y no penséis decir dentro de vosotros mismos: A Abraham tenemos por padre; porque yo os digo que Dios puede levantar hijos a Abraham aun de estas piedras. 10Y ya también el hacha está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado en el fuego.

Luego Jesús se hizo eco de este mismo mensaje (Mt. 11:16-17; 12:39; 17:17; 23:35-36; Mar. 8:38 Luc. 17:24-25), la nación de Israel se estaba preparando debido a la multitud de sus pecados para recibir el último juicio como nación escogida de Dios. Jesús mismo vendría por segunda vez en aquella generación para darles juicio y arrebatar a los que le esperaban. Jesús quien hablaba a aquella generación que aún vivía, se refirió a ellos como peores que las generaciones anteriores; “¡Vosotros, pues, colmad la medida de vuestros padres!”. La historia de la pluma de Flavio Josefo y Eusebio de Cesarea, se hace eco una vez mas de las palabras de Jesús:
“Prevalecía también lo que Dios tenía determinado, es a saber, que muriesen tanto los sin culpa e inocentes como los muy culpados, y que fuese la ciudad toda con todos los revolvedores destruida.”

“No podré contar particularmente las maldades de todos éstos, y para decir de lo mucho que querría lo menos que podré, no pienso que hubo ciudad en algún tiempo en todo el mundo que tal sufriese, ni creo que hubo nación en el mundo tan feroz y tan bastante para toda maldad y bellaquería: mal-decían también, finalmente, a los mismos judíos, por parecer menos impíos y menos malos contra los extranjeros; pero confesaron todavía lo que eran, es a saber, siervos, esclavos y gente bastarda, sin honra y sin nobleza; no judíos naturales, sino generación mala y muy perversa.”

“Ardiendo, pues, y quemándose Jerusalén, amaneció el día octavo del mes de septiembre, y si ésta se hubiera bien servido desde el tiempo que fue fundada de todos los bienes que Dios le había dado, así como se sirvió de tantas muertes cuantas experimentó, siendo cercada, hubiera sido ciertamente envidiada por todas las del universo: digna de tan grandes desdichas, no ciertamente por otra cosa, sino por haber engendrado y sufrido dentro de sí generación tal, y tan perversa, que le causase tal y tan grande destrucción.”

Esto dijo Eusebio de Cesarea acerca de las predicciones de Jesús para aquella generación:

“Cualquiera que compare las palabras de nuestro Salvador con el resto del registro del historiador de la guerra no puede dejar de sentirse asombrado ni puede dejar de confesar el carácter divino de la predicción del Salvador. En cuanto a lo que sucedió a la nación entera después de la pasión del Salvador y de lo que el populacho pidiera la liberación del bandido asesino y la muerte del autor de la vida, no hay necesidad de añadir a los registros.
Pero estaría bien añadir hechos que mostrasen la bondad de una Providencia llena de gracia al retardar la destrucción de los judíos durante 40 años después de su crimen contra Cristo. Todo aquel tiempo, la mayoría de los apóstoles, incluyendo el primer obispo, el mismo Jacobo, llamado el hermano del Señor, estaban aún vivos, y el hecho de que se quedasen en la ciudad constituía una poderosa protección para el lugar. Porque Dios seguía manifestando su paciencia, esperando que se arrepintiesen de sus malas obras y que alcanzasen el perdón y la salvación, pero enviando también milagrosas advertencias de lo que iba a suceder si no se arrepentían.”

Cuarenta años dice Eusebio que Dios retardó la destrucción de la nación y son precisamente cuarenta la cantidad de años de que se compone una generación. Por otro lado es importante notar que Eusebio dice que Dios manifestando su paciencia esperaba que aquella generación se arrepintiera y salvara. Esta misma era la esperanza de Pedro, escribe que Dios era paciente para que ninguno pereciera y procedieran al arrepentimiento, Pedro anhelaba la venida de Jesús y los exhortaba a no tomar por tardanza la venida:
2Pedro 3:9-10 El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. 10Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche. Entonces los cielos pasarán con gran estruendo, los elementos ardiendo serán deshechos y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas. De esta manera Pedro también profetiza cual sería el fin de aquel gobierno al que él llama cielos y tierra. En conclusión ellos mismos echaron sobre sí la sentencia de juicio cuando negaron a
Jesús como su Rey y prefirieron a Barrabás; “Su sangre sea sobre nosotros, y sobre nuestros hijos.”:

Mateo 27:24 Viendo Pilato que nada adelantaba, sino que se hacía más alboroto, tomó agua y se lavó las manos delante del pueblo, diciendo: Inocente soy yo de la sangre de este justo; allá vosotros. 25Y respondiendo todo el pueblo, dijo: Su sangre sea sobre nosotros, y sobre nuestros hijos.

Para quiénes piensan que se ha establecido una doctrina alrededor de este solo verso: “De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca”, este capítulo les ha servido para ver como toda la prédica de Juan el Bautista, la prédica de Jesús y sus parábolas, giran en torno a este verso. Jesús habló de juicio a su generación, generación que duró cuarenta años, tal y como Él lo dijo. Los testimonios de Tácito y Josefo son prueba irrefutable de que Jesús no mintió de que en “aquella generación” pasarían esas cosas incluyendo su Segunda Venida. Eusebio de Cesarea, Obispo Cristiano, durante la época de Constantino el primer Emperador que aceptó el cristianismo, da testimonio de que todo lo dicho por Flavio Josefo en su libro “Las guerras de los judíos” es fiel y verdadero.

¿Quién motivó a los discípulos a esperar la Segunda Venida durante aquella generación?

Las epístolas son testigo fiel acerca de cómo los discípulos de Jesús estuvieron atentos en todo tiempo a la Segunda Venida de su Maestro. Y mientras más se acercaba el tiempo mas ellos hablaban de la inminencia de la misma. Pedro, Juan, Santiago y Pablo esperaban la inminente venida de Jesús durante sus vidas. Pero ¿que razón hubo para que los discípulos esperaran esa venida en sus vidas?, o tal vez la pregunta debería ser; ¿quién los motivó a esperar al Maestro en su propio tiempo, en su propia generación?

Muy sencillo, Jesús mismo provocó ese deseo en ellos:
Mateo 10:22-23 Seréis odiados por todos por causa de mi nombre; pero el que persevere hasta el fin, este será salvo.23 Cuando os persigan en una ciudad, huid a otra. De cierto os digo que no acabaréis de recorrer todas las ciudades de Israel antes que venga el Hijo del hombre.

Mateo 16:27-28 porque el Hijo del hombre vendrá en la gloria de su Padre, con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras.28 De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí que no gustarán la muerte hasta que hayan visto al Hijo del hombre viniendo en su Reino.
Mateo 24:33-35 Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas.34 De cierto os digo que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca.35 El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.

Mateo 26:63-64 Pero Jesús callaba. Entonces el Sumo sacerdote le dijo: —Te conjuro por el Dios viviente que nos digas si eres tú el Cristo, el Hijo de Dios. 64 Jesús le dijo: —Tú lo has dicho. Y además os digo que desde ahora veréis al Hijo del hombre sentado a la diestra del poder de Dios y viniendo en las nubes del cielo.

Juan 14:1-3 »No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí.2 En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros.3 Y si me voy y os preparo lugar, vendré otra vez y os tomaré a mí mismo, para que donde yo esté, vosotros también estéis.

Juan 14:18-20 »No os dejaré huérfanos; volveré a vosotros.19 Todavía un poco, y el mundo no me verá más, pero vosotros me veréis; porque yo vivo, vosotros también viviréis.20 En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí y yo en vosotros.

Juan 14:22-28 Le dijo Judas (no el Iscariote): —Señor, ¿cómo es que te manifestarás a nosotros y no al mundo? 23 Respondió Jesús y le dijo:—El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada con él.24 El que no me ama no guarda mis palabras; y la palabra que habéis oído no es mía, sino del Padre que me envió. 25 »Os he dicho estas cosas estando con vosotros.26 Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas y os recordará todo lo que yo os he dicho. 27 »La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón ni tenga miedo. 28 Habéis oído que yo os he dicho: “Voy, y vuelvo a vosotros”. Si me amarais, os habríais regocijado, porque he dicho que voy al Padre, porque el Padre mayor es que yo.

Juan 21:20-24 Volviéndose Pedro, vio que los seguía el discípulo a quien amaba Jesús, el mismo que en la cena se había recostado al lado de él y le había dicho: «Señor, ¿quién es el que te ha de entregar?».21 Cuando Pedro lo vio, dijo a Jesús:—Señor, ¿y qué de este? 22 Jesús le dijo:—Si quiero que él quede hasta que yo vuelva, ¿qué a ti? Sígueme tú. 23 Se extendió entonces entre los hermanos el rumor de que aquel discípulo no moriría. Pero Jesús no le dijo que no moriría, sino: «Si quiero que él quede hasta que yo vuelva, ¿qué a ti?». 24 Este es el discípulo que da testimonio de estas cosas, y escribió estas cosas; y sabemos que su testimonio es verdadero.

De los pasajes leídos anteriormente, siendo debidamente fijados en el tiempo y espacio en que fueron escritos, podemos deducir que los apóstoles esperaban la venida inminente de Jesús para sus vidas. Y esperaban esa venida porque Jesús mismo les exhortó a anhelarla. La esperaban porque en medio de tan grande tribulación su venida significaba bálsamo para ellos, sería el premio por haber aguardado pacientemente su Palabra de verdad.
Jesús habló a sus seguidores a los hombres que Él mismo discípulo, a un auditorio del primer siglo en Palestina, no a un auditorio del año 2,000 d.C. Bajo ninguna circunstancia me atrevo a pensar que Jesús no cumplió sus palabras a estas personas, sus amigos, discípulos y familiares. Todos ellos, Juan, Pablo, Pedro, Lucas, Mateo, Santiago, etc. esperaban la pronta venida de su maestro pues a eso fue a lo que Jesús los exhortó; a que esperasen su pronta venida en aquella generación.

¿Cree usted que Jesús les daría una esperanza ilusoria si no iba a ser cierto que El volvería “pronto” a ellos? Jesús no engañó a los discípulos, ni les dio falsas esperanzas porque Él mismo estuviera tan confundido con lo relacionado a su segunda venida. Las citas antes referidas nos están mostrando con absoluta claridad que Jesús mismo los exhortó a esperar con valor y santidad su pronta venida en aquella generación. Estos son los testimonios de algunos de los discípulos que esperaban la Segunda Venida en su vida en aquella misma generación:

Romanos 13:12 La noche está avanzada y se acerca el día. Desechemos, pues, las obras de las tinieblas y vistámonos las armas de la luz.

Romanos 16:20 Y el Dios de paz aplastará muy pronto a Satanás bajo vuestros pies. La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vosotros.
Filipenses 4:5 Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca.

1Corintios 1:7-8 de tal manera que nada os falta en ningún don mientras esperáis la manifestación de nuestro Señor Jesucristo;8 el cual también os mantendrá firmes hasta el fin, para que seáis irreprensibles en el día de nuestro Señor Jesucristo.

1Cor. 4: Aunque de nada tengo mala conciencia, no por eso soy justificado; pero el que me juzga es el Señor. 5Así que no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual aclarará también lo oculto de las tinieblas y manifestará las intenciones de los corazones. Entonces, cada uno recibirá su alabanza de Dios.

1Corintios 7:29-31 Pero esto digo, hermanos: que el tiempo es corto. Resta, pues, que los que tienen esposa sean como si no la tuvieran;30 los que lloran, como si no lloraran; los que se alegran, como si no se alegraran; los que compran, como si no poseyeran,31 y los que disfrutan de este mundo, como si no lo disfrutaran, porque la apariencia de este mundo es pasajera.

1Corintios 15:23 Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida.

1Tesalonicenses 2:19 Porque ¿cuál es nuestra esperanza, o gozo, o corona de que me gloríe? ¿No lo sois vosotros, delante de nuestro Señor Jesucristo, en su venida?

1Tesalonicenses 3:13 para que sean afirmados vuestros corazones, irreprensibles en santidad delante de Dios nuestro Padre, en la venida de nuestro Señor Jesucristo con todos sus santos.

1Tesalonicenses 4:15 Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron.

1Tesalonicenses 5:23 Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.

2Tesalonicenses 2:1 Pero con respecto a la venida de nuestro Señor Jesucristo, y nuestra reunión con él, os rogamos, hermanos,

1Timoteo 6:14 que guardes el mandamiento sin mácula ni reprensión, hasta la aparición de nuestro Señor Jesucristo

Hebreos 1:1-2 Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas,2 en estos últimos días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo y por quien asimismo hizo el universo.

Hebreos 9:26-27- De otra manera le hubiera sido necesario padecer muchas veces desde el principio del mundo; pero ahora, en la consumación de los tiempos, se presentó una vez para 6
siempre por el sacrificio de sí mismo para quitar de en medio el pecado.27 Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio,

Hebreos 10:24-25 Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras, 25 no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.
Hebreos 10:36-37 36porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa. 37Porque aún un poquito, Y el que ha de venir vendrá, y no tardará.

Santiago 5:7-9, 7 Por tanto, hermanos, tened paciencia hasta la venida del Señor. Mirad cómo el labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardando con paciencia hasta que reciba la lluvia temprana y la tardía. 8Tened también vosotros paciencia, y afirmad vuestros corazones; porque la venida del Señor se acerca. 9Hermanos, no os quejéis unos contra otros, para que no seáis condenados; he aquí, el juez está delante de la puerta.

1Pedro 4:7 Mas el fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, sobrios, y velad en oración.

Judas 14 De éstos también profetizó Enoc, séptimo desde Adán, diciendo: He aquí, vino el Señor con sus santas decenas de millares, 15para hacer juicio contra todos, y dejar convictos a todos los impíos de todas sus obras impías que han hecho impíamente, y de todas las cosas duras que los pecadores impíos han hablado contra él. 16Estos son murmuradores, querellosos, que andan según sus propios deseos, cuya boca habla cosas infladas, adulando a las personas para sacar provecho.17Pero vosotros, amados, tened memoria de las palabras que antes fueron dichas por los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo; 18los que os decían: En el postrer tiempo habrá burladores, que andarán según sus malvados deseos. 19Estos son los que causan divisiones; los sensuales, que no tienen al Espíritu.

2Pedro 1:16 Porque no os hemos dado a conocer el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo siguiendo fábulas artificiosas, sino como habiendo visto con nuestros propios ojos su majestad.

2Pedro 3:4 y diciendo: ¿Dónde está la promesa de su advenimiento? Porque desde el día en que los padres durmieron, todas las cosas permanecen así como desde el principio de la creación.

Santiago 5:7-9 7Por tanto, hermanos, tened paciencia hasta la venida del Señor. Mirad cómo el labrador espera el precioso fruto

2Pedro 3:9-12 El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. 10Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas. 11 Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir,12 esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán!

1Juan 2:17-19 Y el mundo pasa, y sus deseos, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre. 18 Hijitos, ya es el último tiempo. Según vosotros oísteis que el Anticristo viene, así ahora han surgido muchos anticristos; por esto conocemos que es el último tiempo.19 Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros, porque si hubieran sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestara que no todos son de nosotros.
Como vemos Pablo, Pedro, Judas, Santiago, el autor de Hebreos y Juan habían creído a la promesa de Jesús y aguardaban la maravillosa venida de su Salvador en aquella generación. De hecho Jesús había dicho a su discípulo amado Juan que él estaría vivo hasta que el viniera por Segunda Vez:

Juan 21:20 Volviéndose Pedro, vio que les seguía el discípulo a quien amaba Jesús, el mismo que en la cena se había recostado al lado de él, y le había dicho: Señor, ¿quién es el que te ha de entregar? 21Cuando Pedro le vio, dijo a Jesús: Señor, ¿y qué de éste? 22Jesús le dijo: Si quiero que él quede hasta que yo venga, ¿qué a ti? Sígueme tú. 23Este dicho se extendió entonces entre los hermanos, que aquel discípulo no moriría. Pero Jesús no le dijo que no moriría, sino: Si quiero que él quede hasta que yo venga, ¿qué a ti? 24Este es el discípulo que da testimonio de estas cosas, y escribió estas cosas; y sabemos que su testimonio es verdadero.

Los discípulos creían que Juan no moriría, pero eso no fue lo dicho por Jesús. Lo que Jesús quiso decirles, fue que Juan permanecería vivo hasta su venida en el año 70. Jesús preservó a Juan durante la Gran Tribulación y Él mismo le dio la visión de Apocalipsis, en ese libro Jesús le advierte a sus santos la persecución de que serían objeto primeramente por parte de los judíos y por Roma, y la inminente venida del Señor en juicio con fuego para su pueblo infiel en el año 70. Apocalipsis también da aliento mostrando el triunfo de Jesús sobre los poderes de las tinieblas y el establecimiento de su reino espiritual en la tierra.
La Biblia Plenitud sostiene que la evidencia interna del Apocalipsis muestra que el libro fue escrito antes del año 70.

Si No Puedes Ganarte La Salvación atraves de tus Buenas Obras, ¿Cómo Es Que Puedes perderla si no las haces?

Leemos en Rom.9:15,16: "Porque dice a Moisés: Tendré misericordia de quien tenga misericordia, y me compadeceré de quien me compadezca. Por lo tanto, no depende del que quiere ni del que corre, sino de Dios quien tiene misericordia" (cita a Ex.33:19).
No podemos ser salvos por hacer buenas obras. Esta es la doctrina de la Gracia. Pero la pregunta que tenemos que contestar es esta: ¿es posible perder la salvación por haber pecado?
Si Dios dice que va a tener compasión sobre alguien, ¿cómo puede esa persona evitar la compasión divina. ¿Cómo es posible que el hombre rebelde haga nula la voluntad de Dios? Si decimos que el hombre rebelde puede rechazar definitivamente la compasión de Dios, ¿no es esto lo mismo que decir que puede derrotar el plan y la providencia de Dios?
El contexto de las palabras de Pablo en Romanos 9 es la ira de Dios. Esaú fue aborrecido por Dios aún antes de nacer. Faraón fue destruido por Dios para demostrar el poder divino. Por eso, los que leen a Pablo se preguntan: "¿acaso hay injusticia en Dios?" (Rom.9:14). Pablo contesta: "de ninguna manera." Dios puede derramar su ira sobre quien él escoge destruir y la persona que es un vaso de ira no puede hacer nada para evitar el propósito de Dios.
Ya que Pablo ha establecido la base de su argumento, luego cambia el tema y dice que la misericordia de Dios es tan irresistible como la ira. Así como los objetos de su ira no la pueden evadir, tampoco los objetos de su compasión podrán hacerlo. ¿Qué más puede querer decir con su argumento?
Contestación Equivocada
"Pero Pablo no estaba discutiendo la cuestión de la ira de Dios en este pasaje. Por eso no quiso decir que la misericordia es evitable. El hombre tiene la libertad para escoger lo que quiera; o, aceptar la misericordia; o, seguir bajo la ira de Dios. El vaso de ira y el vaso de honor pueden cambiar su estado. Es una cuestión de elección humana, no de la decisión divina que predestina."

Contesto: Pero, ¿qué dice el texto? Dice que Dios aborreció a Esaú antes de que este hubiera hecho ni bien ni mal. También dice que Dios amó a Jacob antes que este hubiera hecho ni bien ni mal. Antes de nacer Dios ya había decidido cuál de los dos sería el objeto de su ira, y cuál sería el vaso de honra. Y, de esta decisión Dios nunca se alejó.
Y, ¿qué de Faraón? Pablo nos dice precisamente lo que era el rey: un objeto de deshonor. Faraón nunca podía ser un vaso de honra, como tampoco Moisés no podrías ser nunca un vaso de deshonra. Dios demostró misericordia a Jacob y a Moisés; ellos no pudieron escapar a su destino. La voluntad de Dios es irresistible.
Esta es la idea del capítulo 9 de Romanos. Pablo argumenta que los vasos de honra están seguros de su destino y de igual manera los vasos de deshonra no pueden escapar del suyo. No es nuestra voluntad o nuestro correr lo que determina nuestra condición eterna. La decisión de Dios la establece.
¿Entiende usted ahora el porque nunca oye un sermón sobre Rom. 9?
Para estudiar más del tema lea: Sal.115:3; Isa.14:27; Eze.37:1-14; Dan.4:35; Hch.13:48; Efe.2:4-6.

miércoles, 28 de mayo de 2008

"Atrayendo las finanzas a tu vida"

A manera de introducción y como es mi costumbre quiero comenzar este articulo con una cita del Apóstol Pablo en la carta a los Gálatas. Leemos en Gálatas 6:7 dice "No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará".

No existe nada en el campo espiritual y en el campo material que no sea regido por medio de principios y leyes. Nadie se burla de una ley, porque una ley lleva justicia retributiva y benéfica, ¿Qué es una ley? Es aquella que designa una norma o una regla a la que deben someterse o ajustarse aquel objeto para el cual fue hecha. Una ley es un precepto establecido. Una ley ordena a todos en consonancia con la justica. Prohíbe o permite a todos. Es el control externo que existe para la conducta humana. Son las normas que rigen nuestra conducta social. Fíjate que en Gálatas 6:7 ninguna "siembra" se puede burlar de Dios; porque todo lo sembrado, segará un resultado. Esto es una ley de atracción. Te burlas de Dios cuando no siembras o en efecto cuando siembras y no crees que algún resultado te dará.

El que conoce el principio de la siembra, disfruta el beneficio de la cosecha. Con tus siembras, atraes la cosecha. La ley de la cosecha es una ley exacta, porque si siembras generosamente ¿Cómo recoges? Recoges generosamente. La generosidad es la exactitud de tu siembra. Todo lo que te está llegando a tu vida; es porque lo estás atrayendo con siembras. Esto es lo que denomino la "ley de la atracción económica". Atraes cosecha con siembras. Tus siembras son un imán. En este momento tú estás atrayendo algo a tu vida. Si deseas atraer cosecha, debes sembrar primero. Comienza a cambiar tu mentalidad, usa la ley de la atracción económica para atraer finanzas por medio de sembrar finanzas.
Tú eres el único que atraes o detienes la prosperidad en tu vida. La ley de la cosecha lo único que observa de ti es tú actitud.

¿Qué es una siembra? Leemos en 2 Corintios 9:7 "Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre", Una siembra es una actitud de dar. Una siembra es una propuesta de tu mente o corazón. Aquí hay tres actitudes: La actitud alegre, la actitud triste, y la actitud por necesidad. ¿A quién ama la ley de la cosecha? Ama al dador alegre.
De lo que actualmente estás dando, dalo con alegría de corazón. No des con tristeza ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre. ¿Cuál es el secreto que contiene una semilla? Es que dentro de ella se encuentra un mapa de orientación; una genética de vida; una cosecha minimizada y toda la información completa del árbol y su fruto.

Tú no ves frutos, porque no siembras nada. No ves cosecha, porque esa ley no ve semillas. Tú matrimonio no progresa, porque no ve semillas de parte y parte. Tus estudios no progresan, porque no ve semillas de dedicación. Ponle semillas y la ley de la atracción te pondrá cosechas. El secreto se encuentra en tus semillas. Ya no depende de Dios que prosperes sino de ti, ¿Por qué? Porque El ya te dio la llave, te reveló el secreto y eso está en sembrar continuamente. En este tema, existe la ley de la atracción consciente porque es un asunto de entendimiento. La atracción consciente ocurre cuando manejamos nuestros pensamientos bíblicos. Un pensamiento bíblico no es subjetivo sino objetivo porque obedece de manera simple al principio que allí existe.

Por ejemplo: Observemos un pensamiento bíblico en Hechos 20:35 "…Más bienaventurado es dar que recibir". ¿Qué es lo que debes entender aquí? Que mi bendición no está en recibir sino en dar. Aquí el pensamiento bíblico es dar. Un pensamiento bíblico no es cuestionable. ¿Quiénes son los cuestionables? Son los avaros, mezquinos o tacaños que es lo mismo que idólatras. ¿Cuál es el espíritu de un limosnero? Es dame. Ellos nunca dan sólo piden… Ay yo no tengo- ayúdame… Es que necesito, dame…Y de ese espíritu de lamento nunca salen. Ellos no atraen nada para sí mismos. La cosecha los mira y les dice: ¡Ey..como te voy a prosperar si tú nunca das ni siembras nadas…nada sale de ti…nada sueltas, no liberas, no das.
Observa lo que hacían una y otra vez los reyes de Dios en Filipos. Filipenses 4:15 "Y sabéis también vosotros, oh filipenses, que al principio de la predicación del evangelio, cuando partí de Macedonia, ninguna iglesia participó conmigo en razón de dar y recibir, sino vosotros solos; 16pues aun a Tesalónica me enviasteis una y otra vez para mis necesidades. 17No es que busque dádivas, sino que busco fruto que abunde en vuestra cuenta". Fíjate, que los filipenses conocían la ley de la atracción económica ¿Por qué? Porque su espíritu estaba en la actitud de dar y recibir. Ellos le daban a Pablo y ellos recibían de Pablo instrucción espiritual, por eso, Pablo escribió en 1 Corintios 9:11 "Si nosotros sembramos entre vosotros lo espiritual, ¿es gran cosa si segáremos de vosotros lo material?"

No es que Pablo buscara de ellos dádivas, sino que buscaba fruto abundando en su cuenta. ¡Te das cuenta! Esta iglesia del primer siglo tenía una cuenta que consistía en la actitud de dar y recibir. Esa cuenta nunca la tuvieron vacía. Ellos soltaban lo material para Pablo y él les consignaba lo espiritual. Entonces, la ley de la atracción económica es un asunto de dar y recibir. Dios ya creó una cuenta para ti. Cada vez que das, ¿Qué estás haciendo? Que esa siembra está abundando en tu cuenta. La ley está dada. Si tú le das a los Pablos de hoy (Luis, Ángel, etc.) el que te está instruyendo actualmente por internet o personalmente, entonces, estarás en la actitud de dar y recibir.

La única forma para liberarte de la avaricia es sembrando. No es orando es sembrando. No es reprendiendo al diablo, es reprendiendo tu bolsillo y tu corazón. Aquí yo te doy lo espiritual y tú deber es darme lo material, observa lo que Pablo le dijo a los Filipenses en Filipenses 4:16 "pues aun a Tesalónica me enviasteis una y otra vez para mis necesidades ". Esta era una iglesia agradecida con el trabajo espiritual de Pablo.

Leemos en Romanos 12:2 "…transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento", ¿En dónde está el problema del rey de Dios que no quiere soltar sus dádivas? Está no en su bolsillo sino en su entendimiento. Cuando tú entendimiento está alumbrado, no críticas a Pablo: ¡Ah, pero este Pablo sólo le busca los bolsillos a la gente, es un vividor, pero ¿Qué te dice Pablo? No busco dádivas sino el fruto que abunden en tu cuenta. Entonces, hay un fruto cuando tú siembras. De esto, Dios no puede ser burlado. Pablo fue un labrador de la palabra y el labrador tiene el derecho de cosechar, si ha trabajado primero. Ahora, hay frutos de salud. Frutos de prosperidad. Frutos de nuevos entendimientos. Frutos de armonía. Frutos de dinero, de casas, de carros, de viajes, de comodidades que Dios puede poner en tu cuenta. Tú eres la cuenta de Dios. El quiere poner un fruto en tu cuenta, pero si siembras. Tus siembras son consignaciones a ganancia. Esa es la ley de la atracción económica.

Observa la ley de la atracción económica en Proverbios 11:24,25 "Hay quienes reparten, y les es añadido más; Y hay quienes retienen más de lo que es justo, pero vienen a pobreza. "El alma generosa será prosperada; Y el que saciare, él también será saciado", tú cuenta opera en base a atracción, no a exclusión, no a la casualidad y no al azar. Nada sucede por azar, todo sucede por la ley de la atracción que es una ley bíblica. Si repartes a tu cuenta le será añadido más. Si retienes tu cuenta vendrá a pobreza. Si eres alma generosa, tu cuenta será prosperada. Si saciares, algún un día serás saciado. Esto no falla, porque es una ley de estilo boomerang "va y viene". Si repartes te reparten y si retienes te retienen. No sigas atrayendo más quejas económicas; más quejas de ruina; más quejas de escases ¡Siembra! Usa la ley de atracción. Pon a esta ley en piloto automático siempre "sembrando", porque la ley de la atracción económica trabaja sin parar. Si sigues así, siempre vas a recibir más de lo mismo, entonces, cambia tu economía !sembrando! en buena tierra como lo es Ministerio Cristo Rey.

Envía tu siembra a:
Ministerio Cristo Rey, Inc.
94 camino del Valle
Urb. Paisaje del Lago
Luquillo, P.R. 00773 Tel. (787) 889-3555

Gracia Y Paz Pastor Ángel Nieves