lunes, 25 de agosto de 2008

¿Qué es el Evangelio de la Gracia?

El Evangelio de la Gracia son buenas noticias del inmerecido favor eterno de Dios para sus escogidos.

La gracia es la manifestación del amor de Dios, a través de Su Hijo, Jesucristo.

La gracia es una actitud favorable que provoca libertad, placer y delicia a los hijos de Dios.

La gracia de Dios nos libera y preserva en Cristo Jesús.

La gracia tiene su raíz en el amor ágape, incondicional de Dios.

La gracia se escucha, se asimila, se vive, y se manifiesta (o articula).

La gracia es eterna, absoluta y completamente gratis para aquellos a quienes Dios se la revela.

El apóstol Pablo escribió “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios” – Efesios 2:8.

¿Por qué el Evangelio de la Gracia son buenas noticias?

El Evangelio de la Gracia son buenas noticias porque los hijos de Dios en un tiempo estuvimos muertos espiritualmente y esclavos (confinados) en nuestros delitos y pecados (Efesios 2:1).

Nos encontrábamos separados de la vida de Dios (Romanos 5:12); seres ignorantes de Dios (Efesios 5:8); seres insensatos, rebeldes, extraviados, y esclavos de las pasiones desordenadas de la carne (Tito 3:3).

Nuestro estado de muerte nos hacía incapaces de arrepentirnos del pecado por nosotros mismos (Juan 6:44).
Éramos seres incapaces de creer al evangelio y ser salvos de la muerte eterna por nuestras propias fuerzas o méritos (Efesios 2:8).

¿Qué provocó esta condición de caos en nosotros?

Todo comenzó con la desobediencia y caída del primer hombre, Adán, en el huerto del Edén (Génesis 3). Eva, su mujer, fue engañada por una mentira incurriendo en transgresión (I Timoteo 2:13-14) y Adán desobedeció el decreto de Dios comiendo del fruto del árbol de la ciencia del bien y el mal (Génesis 2:9; 3:3, 6-7, 11-13,17, y 22) convirtiéndose ambos en esclavos del pecado (Romanos 6:17).

El efecto de la caída fue que el pecado se extendió a cada parte de la personalidad, pensamientos, emociones y voluntad del hombre. Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombre, por cuanto todos pecaron (Romanos 5:12). Sin el poder del Espíritu de Dios, el hombre natural (muerto espiritualmente) se encuentra ciego y sordo al mensaje del Evangelio (Marcos 4:11-12) y nunca vendrá a reconocer la verdad a no ser que Dios le dé vida a través de Cristo (Efesios 2:1-5).

¿Qué esperanza existió para mí?

Primeramente, Dios nos había escogido desde antes de la fundación del mundo (Efesios 1:4-8) por su placer a fin de traernos al conocimiento de Él mismo (Juan 17:3). Nunca fuimos escogidos por nuestros propios méritos ni por un conocimiento previo de Dios para que lo aceptáramos durante una oferta del evangelio. Sino que Dios nos eligió únicamente por su propia voluntad para vida eterna
(I Corintios 1:26-30; Romanos 9:15, 21). ¡Dios es soberano! Fuimos elegidos y posteriormente salvos para llevar acabo las buenas obras preparadas por Dios (Efesios 2:10). Estas obras son resultado de la gracia de Dios, la cual es manifestada inicialmente a los hijos de Dios durante el proceso de salvación.


¿Cuál fue proceso de salvación?

La Biblia nos enseña que Cristo Jesús murió por los pecados de aquellos que Dios le dio a salvar (Juan 17:9). Cristo no murió por todos (Mateo 26:28). Cristo murió por la Iglesia invisible de todos los tiempos (tiempos pasados, presentes, y futuros). En otras palabras, por la suma total de todos aquellos quienes han sido elegidos, nacido de nuevo espiritualmente y llevan con justicia el nombre de “hijos de Dios” (Efesios 5:25).

La redención de Cristo fue suficiente para todos, pero eficaz o efectiva para los escogidos. Cristo no va perder a ninguno que el Padre le dio (Juan 6:37). Cristo no expió los pecados de todos los hombres, ya que obviamente no todos los hombres son salvos. Cristo, de seguro no perderá a ninguno por los cuales murió.

La muerte de Cristo es suficiente para todas las generaciones, pero eficiente solamente en los elegidos de Dios. Cristo enseña que todos los que Dios ha elegido, vendrán al conocimiento de Él (Juan 6:37). Los hombres vienen a Cristo para salvación cuando el Padre los llama (Juan 6:44), y el mismo Espíritu de Dios guía a sus amados al arrepentimiento (Romanos 8:14).

El saber que el Evangelio de la Gracia penetró nuestros duros y pecaminosos corazones salvándonos a través del llamado interno del Espíritu Santo debe traer consuelo y grande gozo a nuestras vidas (I Pedro 5:10). Otras citas que nos ayudarán: * Isaías 53:10-12 (salvación de muchos no todos) * Ezequiel 34:10-12, 31 (buscará sus ovejas y las reconocerá) * Juan 10:1-4, 14-16, 26-29 (conoce sus ovejas y ellas a él; de dos rediles de ovejas hará uno)

Romanos 8:29-30 (conocidos desde antes; el Hijo de Dios, primogénitos entre muchos, no todos; sólo los predestinados) Hebreos 2:10, 13, 16, 17 (llevó muchos hijos a la gloria, no todos; sólo los dados por Dios; a los descendientes de Abraham; a Su pueblo) * Génesis 12:1-3 (una nación grande, benditas en Abraham todas las familias – clanes, culturas - de la tierra). * I Pedro 2:9-10 (linaje – raza, descendencia – escogido, una nación santa – separada para Dios – un pueblo, no todos, adquirido por Dios)

Juan 1:12-13 (a todos los que creen, no todos creerán; sólo creerán los que fueron engendrados por Dios) * Efesios 1:3-5 (creerán los que fueron escogidos antes de la fundación del mundo; aquellos predestinados para ser adoptados hijos suyo por medio de Jesucristo) * Santiago 1:17-18 (El Padre hizo nacer a sus hijos por la palabra de verdad) * I Pedro 1:2, 23 (elegidos según la presciencia de Dios Padre; renacidos de simiente incorruptible, por la palabra de Dios) * II Tesalonisenses 2:13-15 (escogido desde el principio)

II Timoteo 1:9 (salvos y llamados según su propósito y la gracia; fue antes de los tiempos de los siglos; manifestada ahora por Jesucristo quitando la muerte - ¿Cómo quitó la muerte?) Hebreos 2:14 (destruyendo al que tenía el imperio de la muerte, al diablo). No sólo hemos sido escogidos, sino que hemos sido salvos en Cristo Jesús. No sólo hemos sido salvos, sino que hemos recibido la vida eterna (Juan 17:3). No sólo hemos recibido la vida eterna, sino que hemos sido justificados – absueltos de toda culpa (Romanos 4:25).

No sólo hemos sido justificados, sino que hemos recibido el Espíritu de adopción (Romanos 8:15), esto es, el Espíritu Santo, dado como las primicias de todo lo que tiene que ser de nosotros, produciendo en nosotros la conciencia de la filiación y la actitud que corresponde a hijos (Gálatas 4:5). No sólo hemos sido adoptados como hijos, sino que somos herederos de Dios y coherederos con Cristo (Romanos 8:16-17).

¿Y cómo preservo todo esto? La Palabra de Dios nos enseña que los hijos de Dios (aquellos que Dios ha salvado) permanecen en las manos de Dios, o sea, permanecen con Dios (Romanos 8:28-29). Ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna cosa creada nos podrá separar del amor de Dios que es en Cristo Jesús Señor nuestro (Romanos 8:38-39).

Nuestra salvación fue un don – regalo - de Dios (Efesios 2:8) y los dones son irrevocables (Romanos 11:29). En resumen, los hijos de Dios fuimos elegidos por Dios, el Padre.
Recibimos la redención a través de Jesucristo, el Hijo de Dios y aplicada por el Espíritu de Dios.


PARA CONCLUIR:

El propósito eterno de Dios fue para la alabanza de la gloria de Su gracia (Efesios 1:6, 12, y 14), para la reconciliación de todas las cosas (Efesios 1:9-10; II Corintios 5:20), y para el reflejo y reproducción de la gloria de Su imagen en la tierra (Génesis 1:26-28; Romanos 8:29; II Corintios 3:18). “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.” Juan 10:27-28

“Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios”. Efesios 2:8


GRACIA Y PAZ BENDECIDOS……

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